La Unión Europea (UE) emitió este lunes una dura declaración sobre las elecciones parlamentarias y regionales celebradas el pasado 25 de mayo en Venezuela, calificando el proceso como «altamente restrictivo» y marcado por la «represión de la disidencia».
El bloque europeo advirtió que dichos comicios no otorgan legitimidad a los resultados presidenciales de 2024, considerados por muchos sectores internacionales como no verificables.
«Las elecciones se desarrollaron en un entorno político y jurídico altamente restrictivo, caracterizado por la represión de la disidencia», indicó un portavoz del servicio diplomático europeo, en una postura que refuerza el escepticismo sobre la transparencia y legalidad del sistema electoral venezolano.
UE ratifica desconocimiento a Nicolás Maduro
Además, la UE reiteró que Nicolás Maduro «aún carece de la legitimidad de un presidente elegido democráticamente», al cuestionar la validez de los resultados presidenciales anunciados el año pasado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo señalado por su cercanía al oficialismo.
En su comunicado, la Unión Europea denunció también el uso abusivo del poder estatal por parte del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por Maduro, para «socavar las garantías democráticas» y generar un terreno de competencia política desequilibrado frente a la oposición.
A pesar del clima de represión, la UE reconoció la resiliencia de la ciudadanía: «Ante la falta de condiciones democráticas, el pueblo venezolano sigue mostrando su determinación de impulsar una transición democrática», afirmó el vocero europeo. Asimismo, el bloque se comprometió a mantener su respaldo a los venezolanos y a trabajar junto a aliados regionales e internacionales para fomentar un “diálogo genuino”.
Mientras tanto, el chavismo consolidó aún más su control territorial en Venezuela. De acuerdo con el CNE, el PSUV ganó en 23 de los 24 estados del país, incluyendo tres regiones nuevas bajo su dominio respecto a los comicios regionales de 2021. La victoria incluye la controvertida incorporación de la Guayana Esequiba —territorio en disputa con Guyana— como el presunto estado número 24, lo que ha generado preocupación y rechazo internacional.
La denuncia de la Unión Europea se suma a una larga lista de observaciones y críticas de organismos internacionales sobre la deriva autoritaria del gobierno de Maduro, que continúa cerrando el cerco institucional y político en medio de una profunda crisis social y migratoria.